Cumanana: Voz Viva del Pueblo Afroperuano de Yapatera

Una herencia cantada que florece entre versos, resistencias y memoria colectiva

En el corazón afrodescendiente de la provincia de Morropón, en Piura, vive una tradición oral que ha sobrevivido al tiempo, al olvido y a las fronteras: la Cumanana. Más que un canto, es una forma de ver el mundo. Es poesía con voz propia. Es la palabra improvisada que canta alegrías, penas y verdades, es, sin duda, un pilar fundamental del patrimonio cultural afroperuano.

Cumananeros de Yapatera

Yapatera es tierra de cumananeros y grandes poetas entre los que destacaban son Jose Farfan, Sebastian Jimenez, Severo Arismendis (Pavo Jergo), Taguada, Javier de La Rosa, entre otros. (Fernando Barranzuela, 2007, p. 68)

Un legado de raíces profundas

El término Cumanana tiene raíces que evocan los orígenes africanos e indígenas de la cultura costeña del norte peruano. Según la musicóloga Chalena Vasquez, el vocablo proviene del kikongo, lengua africana traída por los esclavizados a estas tierras. Otras fuentes indican que es una mezcla con influencias indígenas y coloniales. Su alma es profundamente mestiza, nacida del encuentro —y a veces del conflicto— entre mundos diversos.

Arte de la palabra y la improvisación

La Cumanana es un canto de contrapunto, donde dos intérpretes se enfrentan —con respeto y picardía— mediante cuartetas rimadas de verso octosílabo. Los temas pueden ser tan variados como la vida misma:

  • Amorosos y picarescos, con humor, ternura o doble sentido.

  • Despreciativos o sociales, reflejando críticas agudas hacia injusticias, diferencias de clase o el rechazo sentimental.

  • Existenciales, normativos o de autoafirmación, con enseñanzas, reflexiones sobre la vida y un profundo sentido de identidad.

Cada estrofa es una pequeña chispa de sabiduría, una herencia oral que se transmite en la plaza, en las fiestas, en la memoria de sus custodios: los cumannaneros.

Yapatera: Cuna de la Cumanana

En el pueblo de Yapatera, epicentro cultural afroperuano de Morropón, la Cumanana forma parte del alma colectiva. Aquí, en medio de danzas como el Tutundero y el compartir de chicha de maíz colorado, esta manifestación se ha consolidado como una seña de identidad. En sus calles y celebraciones comunitarias, aún resuena el eco de los versos que por generaciones han tejido el relato de una comunidad resiliente.

Según relatos orales y trabajos de campo, como el del escritor Walter Pintado fue en Yapatera donde se consolidó este género, dando paso a una tradición que se extendió a Chulucanas, Las Lomas y La Tina. La voz de los “alitas”, como eran llamados los migrantes acogidos en la comunidad, también encontró espacio en estos contrapuntos poéticos que hoy constituyen una joya del patrimonio inmaterial del Perú.

Patrimonio que canta y educa

En 2004, la Cumanana fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación como creación literaria, poética y musical de expresión singular. Este reconocimiento no solo resalta su riqueza estética, sino también su valor educativo y comunitario. Hoy, forma parte del Plan Lector en escuelas piuranas y ha sido impulsada por figuras destacadas como Fernando Barranzuela, poblador de Yapatera y promotor incansable de su difusión.

La Cumanana como experiencia de turismo cultural

la Cumanana se ofrece no como un espectáculo, sino como una experiencia viva y compartida. Visitantes pueden presenciar contrapuntos en festivales o encuentros culturales, conversar con los cumananeros, e incluso aprender los principios básicos de su estructura poética.

Este contacto directo permite al visitante comprender la cosmovisión afroperuana del norte del Perú, conectarse con las luchas históricas de estas comunidades y, sobre todo, ser parte de un proceso de revalorización cultural que nace desde el territorio.

NUESTRAS VOCES

Abelardo Alzamora

Alonso Rodriguez

Fernando Barranzuela (hijo)

Fernando Pasiche - NANDITO

Isidoro El flaco García

Jorge Zapata - Teniente Gobernador y cumananero

Lilian León Cumananera Lili

Luzmila Torres - Yumi

Manuel Guardado - El Gordo Guardado

Lenguaje afroyapaterano

En Yapatera, el lenguaje cotidiano refleja una rica herencia cultural afrodescendiente, manifestada en modismos únicos, apodos heredados y expresiones llenas de creatividad popular. Los apodos, como «Chevo», «Chicha Fuerte» o «Jorgetín», se transmiten entre generaciones y suelen basarse en metáforas naturales, rasgos personales o vivencias. Además, palabras como mangache, acompañar o mi amo expresan relaciones sociales, costumbres y valores comunitarios. Esta forma de hablar no solo comunica, sino que también preserva identidades y afectos, siendo parte esencial del patrimonio vivo yapaterano. A través del lenguaje, los pobladores recrean su historia y fortalecen su sentido de pertenencia. Así, hablar en yapaterano es, en sí mismo, un acto cultural. (Samanta Calle, 2017, p. 77)

CUMANANEROS